Signos de puntuación: Diccionario Panhispánico de dudas de la RAE

 


Les quiero compartir un material muy importante sobre los signos de puntuación, en la elaboración de un documento es un tema clave para la comprensión de la lectura a continuación, se presentan.

Figura 1.

Signos de puntuación

Fuente: Ilustración tomada de Google

·         El punto (.) indica el final de un enunciado, oración, párrafo o texto.

·         La coma (,) marca una pausa breve dentro de un enunciado.

·         El punto y coma (;) representa una pausa mayor que la coma, pero menor que el punto.

·         Los dos puntos (:) anuncian una explicación, una cita, una enumeración o una consecuencia.

·         Los puntos suspensivos (...) expresan una interrupción, una omisión, una duda o una continuación.

·         Los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) se usan para formular preguntas o expresar emociones, respectivamente.

·         El guion (-) sirve para unir palabras, separar sílabas o introducir diálogos.

·         Las comillas (« », “ ” y ‘ ’) se emplean para citar palabras textuales, resaltar un término o indicar un uso especial del lenguaje.

      Fuente: Referencia tomada de  Google. Definición y concepto de Signos de puntuación | Conceptualia

Figura 2.

  Fuente: Ilustración propia con imágenes de internet y programa power point.

¿Por qué son importantes los signos de puntuación?

Los signos de puntuación son muy importantes porque nos ayudan a comprender más la lectura.

En la puntuación podemos identificar las pausas, cuando hay preguntas, nos colabora en el énfasis de las lecturas.

Una lectura sin signos de puntuación sería compleja de interpretar, el mensaje no sería claro y lo más importante para el lector no sería ágil la lectura. 

Según el Diccionario Panhispánico de dudas de la RAE, doy el concepto de cada signo de puntuación, así mismo les comparto en enlace.

https://www.rae.es/dpd/ayuda/abreviatura

Coma:

coma1

1. Este sustantivo es femenino cuando designa el signo ortográfico (→ coma2): «Lo aprueba, sin modificar una coma, pero cambia la fecha» (Anson Don Juan [Esp. 1994]); es masculino cuando significa 'estado patológico caracterizado por pérdida de conciencia y sensibilidad': «Quizá la mujer había entrado en un coma del que no saldría» (Martínez Vuelo [Arg. 2002]).

coma2

1. Signo de puntuación (,) que se emplea para delimitar determinados constituyentes del enunciado, como algunos tipos de oraciones (Aunque no te guste, tendrás que hacerlo) o grupos sintácticos (David, el contable, no ha venido hoy). También se utiliza como separador decimal en los números escritos en cifras (→ 5).

Como signo de puntuación, se escribe pegada a la palabra o el signo que la precede y separada por un espacio de la palabra o el signo que la sigue. La escritura de coma tiene por objeto poner de manifiesto las relaciones sintácticas, por lo que no siempre su presencia responde a la necesidad de realizar una pausa en la lectura y, viceversa, existen en la lengua oral pausas breves que no deben marcarse gráficamente mediante comas. Aunque el uso de coma puede depender en ocasiones del gusto o de la intención de quien escribe, o de factores contextuales como la longitud y la complejidad del enunciado o la puntuación adyacente, existen comas de presencia obligatoria o recomendable en un escrito para que este pueda ser correctamente interpretado. Se exponen a continuación las principales directrices para el uso de la coma.

2. Se usa la coma

2.1. Para delimitar incisos. Normalmente, los incisos aparecen intercalados en el enunciado y deben ir entre dos comas, una delante del comienzo del inciso y otra al final; pero los incisos también pueden ir en posición inicial, seguidos de coma, o final, precedidos de ella. En la lengua oral, los incisos presentan un tono más grave que el del resto del enunciado y suelen separarse por breves pausas. La mayor parte de las veces la coma puede alternar, en este uso, con la raya (→ raya) y con los paréntesis (→ paréntesis2.a). Los incisos pueden ser:

2.1.1. Aposiciones explicativas: Cuando llegó Adrián, el marido de mi hermana, todo se aclaró. Se cuentan entre las aposiciones de este tipo las construcciones en las que se repite una palabra que se acaba de mencionar para introducir una explicación sobre ella: Se compró la mejor moto que había en el mercado, moto que acabó olvidada y polvorienta en el garaje a los pocos meses.

Son aposiciones explicativas y, por tanto, se escriben entre comas los apodos, las designaciones antonomásticas o los seudónimos cuando se mencionan tras el nombre real: Sandor, el Gitano, nació en Buenos Aires«Se celebra hoy el 150 aniversario de la muerte de Simón Bolívar, el Libertador» (País [Esp.] 17.12.1980); José Martínez Ruiz, Azorín, perteneció a la generación del 98. Al contrario que estos, los sobrenombres, que no pueden utilizarse solos, sino que deben ir necesariamente acompañados del nombre propio, se unen a este sin coma: Alfonso II el Casto, Guzmán el Bueno, Lorenzo el Magnífico.

2.1.2. Adjetivos explicativos pospuestos al sustantivo u oraciones adjetivas explicativas: Los soldados, cansados, volvieron al campamento con dos horas de retraso (se explica que los soldados estaban cansados, de ahí que se retrasaran); o La casa, que está al borde del mar, es muy luminosa (se explica que la casa de la que se habla está al borde del mar). Por el contrario, si el adjetivo o la oración adjetiva tienen función especificativa, no se escriben entre comas: Los soldados cansados volvieron al campamento con dos horas de retraso (se especifica que, del total de los soldados, algunos, los que estaban cansados, llegaron con retraso); o La casa que está al borde del mar es muy luminosa (se especifica que, de entre todas las casas que hay en una zona determinada, se habla de la que está situada al borde del mar).

2.1.3. Construcciones absolutas: Llegados todos los asistentes, empezó el actoLa traductora, concluido su trabajo, apagó el ordenador.

2.1.4. Expresiones u oraciones de carácter accesorio, sin vinculación sintáctica con los elementos del enunciado en el que se insertan: Tus rosquillas, ¡qué delicia!, son las mejores que he probado en mi vidaSe presentó a comer, dime tú si no es para matarlo, con diez amigotes y sin avisar.

2.1.5. Cualquier otra clase de comentario, explicación o precisión a algo dicho: Me fascina el mundo del espectáculo, en especial el de la danzaEl buen gobernante, según sostenía un célebre político, debe estar siempre preparado para abandonar el poder.

2.2. Para delimitar otros constituyentes del enunciado con alto grado de independencia. No se vinculan sintácticamente con el resto del enunciado y, por tanto, se aíslan con coma los siguientes segmentos:

2.2.1. Interjecciones y grupos interjectivos: Bah, no te preocupesNo sé, ¡ay de mí!, cuánto tiempo más voy a poder soportarlo. En los grupos interjectivos, no se escribe coma entre la interjección y su complemento, como se ve en el segundo de los ejemplos anteriores y en estos otros:¡Hola a todos!¡Caramba con el niño, no para!

2.2.2. Apéndices confirmativos, como ¿eh?¿no?¿verdad?¿ves?¿viste?, que son expresiones de refuerzo con las que se cierra una aseveración: Mañana vamos al cine, ¿no?Has acabado, ¿verdad?

2.2.3. Vocativos, esto es, palabras que sirven para llamar al interlocutor o dirigirse a él: Javier, no quiero que salgas tan tardeHas de saber, muchacho, que tu padre era un gran amigo míoVenid aquí inmediatamente, niños. Cuando los enunciados son muy breves, se escribe igualmente coma, aunque esta no refleje pausa alguna en la lectura: No, LuisSí, mujer.

2.2.4. Determinados adverbios y locuciones adverbiales que se usan como conectores discursivos, como ademásasimismoes másahora biensin embargono obstantepor el contrarioen cambioaun asícon todo (y con eso)así puespor consiguientepor lo tantoes deciro seaen definitivaen primer/segundo lugarpor un/otro ladopor una/otra partepor últimopues bien y otros similares:

Se ha llevado todas sus cosas. O sea, no piensa volver.

Por lo tanto, los que no tengan invitación no podrán entrar al recinto; no obstante, podrán seguir el acto a través de pantallas instaladas en el exterior.

Si estas expresiones van en medio de la oración, se escriben entre comas: Mi nombre es Lidia. Nadie, sin embargo, me llama así. Cuando las locuciones son de carácter anunciativo, es posible sustituir la coma por los dos puntos si se desea detener el discurso con intención enfática (→ dos puntos2.6): Me voy ahora mismo de aquí; es más: no pienso volver nunca.

2.3. Para delimitar algunos tipos de complementos

2.3.1. Es recomendable escribir coma detrás de los complementos circunstanciales que preceden al verbo, salvo que sean breves: En aquellos calurosos días de principios del verano pasado, la convivencia era idílica (pero En casa no puedo estudiar). No se aíslan con coma los complementos circunstanciales en posición final: La convivencia era idílica en aquellos calurosos días de principios del verano pasado. No obstante, cuando la información que expresan estos complementos se presenta como accesoria o incidental, van precedidos de coma: Terminó su carrera con excelentes resultados y un futuro prometedor, ya lejos de su Salamanca natal.

2.3.2. Se escribe coma para delimitar los adverbios y expresiones que encabezan los enunciados o se intercalan en ellos para introducir la perspectiva desde la que el hablante desea expresarse: Técnicamente, los resultados no fueron satisfactoriosEl hallazgo, desde una perspectiva arqueológica, no tiene un gran valorDesde mi punto de vista, todo ha salido bien.

2.3.3. Se escribe coma para aislar adverbios o locuciones adverbiales como francamentesinceramenteafortunadamentelamentablementepor desgraciaciertamenteefectivamentenaturalmente, etc., cuando modifican a toda la oración: No creo, francamente, que cambie de opiniónLo hemos conseguido, afortunadamenteNaturalmente, los invitados deben vestir de etiqueta. No se aíslan con coma cuando modifican solo a uno de los constituyentes de la oración: Todo sucedió naturalmente, sin darnos cuentaEsta novela es francamente buena.

2.3.4. Se escribe coma detrás de los complementos encabezados por locuciones preposicionales de valor introductorio, como en cuanto arespecto decon respecto aen relación concon referencia aa tenor de, etc.: En cuanto a ti, no quiero volver a verteA tenor de lo visto, no creo que cambie mucho la situación. De la misma manera, se pone coma detrás de los elementos encabezados por locuciones preposicionales o constituidos por locuciones adverbiales de valor condicional, concesivo, final, causal, etc.: En ese caso, nos quedaremos en casaA pesar de todo, conseguimos nuestro objetivoPara eso, hubiera sido mejor que no hablarasAun así, nadie te lo va a agradecer.

2.3.5. Es conveniente escribir coma delante de exceptosalvo y menos«Todo me irrita, excepto la soledad» (Millás Desorden [Esp. 1988]); «Cristina siempre estaba a mano, salvo cuando se daba una comilona de ratones» (Rossi María [C. Rica 1985]); «Los pobres lo perdonan todo, menos el fracaso» (Sepúlveda Viejo [Chile 1989]).

2.4. Para delimitar estructuras coordinadas

2.4.1. La coma separa los elementos de una enumeración, siempre que estos no sean complejos y ya contengan comas en su expresión, pues, en ese caso, se utiliza el punto y coma (→ punto y coma3.b): Ayer me compré dos camisas, un pantalón, una chaqueta y dos pares de zapatos.

Cuando la enumeración es completa o exhaustiva, el último elemento va introducido por una conjunción (y/eo/uni), delante de la cual no debe escribirse coma (sobre los casos en que sí se escribe coma ante estas conjunciones, → 2.4.4):

Es un chico muy reservado, estudioso y de buena familia.

No le gustan las manzanas, las peras ni los plátanos.

¿Quieres té, café o manzanilla?

Si la enumeración es incompleta y se escogen solo algunos elementos representativos, no se escribe conjunción alguna ante el último término, sino coma. La enumeración puede cerrarse con etcétera (o su abreviatura etc.), con puntos suspensivos (→ puntos suspensivos2.2.d) o, en usos expresivos, simplemente con punto:

Acudió toda la familia: abuelos, padres, hijos, cuñados, etc.

Estamos amueblando el salón; hemos comprado el sofá, las alfombras, la lámpara…

Todo en el valle transmite paz: los pájaros, el clima, el silencio.

2.4.2. Por su carácter en cierto modo incidental, equivalente de y lo demásy otras cosas que no se mencionan, se escribe coma tras etcétera, o su abreviatura etc., siempre que no vaya en posición final: «Los bailes populares como la sardana, la jota, etcétera, estaban proscritos» (Mendoza Ciudad [Esp. 1986]); «Los bailes autóctonos, las peregrinaciones, etc., perduran hasta nuestros días» (Leyva Piñata [Méx. 1984]).

2.4.3. Se separan mediante comas los miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado. Al igual que en el caso anterior, si el último de los miembros va introducido por una conjunción (y/eo/uni), no se escribe coma delante de esta:

Llegué, vi, vencí.

Estaba preocupado por su familia, por su trabajo, por su salud.

No te vayas sin correr las cortinas, cerrar las ventanas, apagar la luz y echar la llave.

No obstante, existen casos en que la conjunción sí puede ir precedida de coma (→ 2.4.4).

2.4.4. Uso de coma ante las conjunciones copulativas y disyuntivas. El uso de la coma es incompatible con las conjunciones y/enio/u cuando este signo se utiliza para separar elementos de una misma serie o miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado (→ 2.4.1 y 2.4.3). Sin embargo, hay otros casos en que no solo el uso conjunto de la coma y la conjunción es admisible, sino necesario:

a) En una relación compuesta de elementos complejos que se separan unos de otros por punto y coma, delante de la conjunción que introduce el último de ellos se escribe una coma (o también un punto y coma; → punto y coma3.b): En el armario colocó la vajilla; en el cajón, los cubiertos; en los estantes, los vasos, y los alimentos, en la despensa.

b) Se escribe coma delante de estas conjunciones cuando la secuencia que encabezan enlaza con todo el predicado anterior, y no con el último de sus miembros coordinados:

Pagó el traje, el bolso y los zapatos, y salió de la tienda.

No sé si ir de vacaciones a Francia o Italia, o quedarme en casa.

c) Cuando se enlazan miembros gramaticalmente equivalentes dentro de un mismo enunciado, si el último de ellos es semánticamente heterogéneo con respecto a los anteriores (es decir, no introduce un elemento perteneciente a la misma serie o enumeración), por indicar normalmente una conclusión o una consecuencia, se escribe coma delante de la conjunción: Pintaron las paredes de la habitación, cambiaron la disposición de los muebles, pusieron alfombras nuevas, y quedaron encantados con el resultado.

d) Debe escribirse coma delante o detrás de cualquiera de estas conjunciones si inmediatamente antes o después hay un inciso o cualquier otro elemento que deba ir aislado por comas del resto del enunciado: Mi abuelo, que era un gran aficionado a la poesía, y el maestro del pueblo fundaron una revista literariaPuedes venir con nosotros o, por el contrario, quedarte en casa todo el día.

e) Es frecuente, aunque no obligatorio, que entre oraciones coordinadas se ponga coma delante de la conjunción cuando la primera tiene cierta extensión y, especialmente, cuando tienen sujetos distintos: La mujer salía de casa a la misma hora todas las mañanas, y el agente seguía sus pasos sin levantar sospechas¿Vienes esta tarde al concierto que te comenté, o va a venir a buscarte tu hermana para que la ayudes?

f) Cuando la conjunción y tiene valor adversativo (equivalente a pero), puede ir precedida de coma: Le aconsejé que no comprara esa casa, y no hizo caso.

2.4.5. Se escribe coma entre los elementos coordinados mediante las conjunciones disyuntivas discontinuas bien…, bien…ora…, ora…ya…, ya… Tradicionalmente se ha escrito también coma ante el primer miembro de estas construcciones, pero no es una coma obligatoria si no viene exigida por otros factores: «Las ramas del árbol están ora cargadas, ora desnudas» (Guelbenzu Río [Esp. 1981]); «Habrá quienes estén de acuerdo con el jeque Abdula, ya porque se quieran ir al desierto con él, ya porque compartan su pesimismo sobre el futuro» (Schwartz Conspiración [Esp. 1982]); Organizaremos la fiesta, bien en tu casa, bien en la mía.

También se escribe coma entre los miembros de la correlación disyuntiva o bien…, o bien… (a veces, uno de los dos términos se encabeza simplemente con o): «Al dar la pelota en uno de los nervios del lomo de la piel holandesa, o bien rebotaba tan fulmínea, o bien perdía su elasticidad» (Lezama Paradiso [Cuba 1966]); «En ese momento yo era o bien puro asombro, o bien puro vacío» (Ferrero Ángeles [Esp. 2005]); «Los adultos, […] a partir de cierta edad, o bien tenían los síntomas sin las enfermedades, o algo peor: enfermedades graves con síntomas de otras inofensivas» (GaMárquez Amor [Col. 1985]).

Se separan por comas las oraciones yuxtapuestas de sentido distributivo: Unos se ganaban la vida cazando, otros pescando, los más cultivando los campos; también las expresiones correlativas que reproducen un mismo esquema gramatical, propias de dichos populares o fórmulas fijas: Hecha la ley, hecha la trampaOjo por ojo, diente por diente.

2.4.6. Se escribe coma delante de las oraciones coordinadas adversativas, introducidas por las conjunciones peromasaunquesino (que)Hazlo si quieres, pero luego no digas que no te lo advertí.

2.4.7. Se escribe coma para separar los dos términos de la construcción copulativa intensiva no solo…, sino (también)…«El suelo del patio estaba cubierto no solo de hojas, sino también de cemento» (Galán Habitación [El Salv. 2016]).

2.5. Para delimitar oraciones subordinadas

2.5.1. Se escribe coma ante la conjunción porque cuando introduce oraciones causales lógicas o explicativas, también llamadas de la enunciaciónHa llovido, porque está el suelo mojado. Por el contrario, las causales puras o reales, también llamadas del enunciado, no se separan mediante coma: El suelo está mojado porque ha llovido. La diferencia entre un tipo de causales y otro es que las causales propiamente dichas expresan la causa real del hecho enunciado en la principal (El suelo está mojado porque ha llovido: la lluvia es la causa real de que el suelo esté mojado), mientras que las lógicas o explicativas no introducen la causa real de lo expresado en la oración principal, sino el hecho que permite al que habla afirmar o enunciar la oración principal (Ha llovido, porque está el suelo mojado: lo que me lleva a afirmar que ha llovido es que el suelo está mojado).

Las oraciones causales introducidas por comodado quepuespuesto queque y ya que se aíslan con coma: Como no llegabas, nos fuimosSe suspende la sesión, pues no hay más temas que tratarCierra, que hace frío.

2.5.2. Se escribe coma cuando las oraciones subordinadas condicionales (introducidas por sisiempre y cuandoen caso de que…), concesivas (introducidas por aunquea pesar de que…), finales (introducidas por para que, «para + infinitivo», a fin de que…) y temporales (introducidas por cuandoantes de, «al + infinitivo»…) preceden a la principal: Si vas a llegar tarde, no dejes de avisarmeAunque no lo creas, es verdadPara tener un pelo sano, hay que cuidarloAntes de entrar, dejen salir. Si la subordinada es muy breve, puede prescindirse de la coma: Si lo sé no vengoCuando quieras quedamos.

2.5.3. Se escribe coma delante de las oraciones subordinadas ilativas ―las encabezadas por conqueasí quede manera que, etc.―: Hemos terminado, conque vámonos a casaPrometiste acompañarla, así que ahora no te hagas el remolón. Es incorrecto escribir coma tras la conjunción o locución conjuntiva ilativa: ⊗‍Hemos terminado, conque, vámonos a casa.

2.6. Para marcar una elisión verbal. Se escribe coma para separar el sujeto de los complementos verbales cuando el verbo está elidido por haber sido mencionado con anterioridad o estar sobrentendido:

Su hijo mayor es rubio; el pequeño, moreno.

Nueve por tres, veintisiete.

2.7. Para distinguir entre sentidos posibles de un mismo enunciado. Una misma secuencia de palabras puede tener varios significados dependiendo de cómo esté puntuada: Me he vestido, como me indicaron (me indicaron que me vistiera) / Me he vestido como me indicaron (me indicaron cómo debía vestirme). Si no se coloca coma detrás de mientras, esta palabra es conjunción: Mientras hizo lo que debía y todo salió bien, no hubo problemas; si va seguida de una coma, es un adverbio de tiempo: Mientras, hizo lo que debía y todo salió bien. Algo parecido ocurre con luego, que puede ser adverbio ('después, más tarde'): Yo no estuve allí luego, me lo perdí; o conjunción ilativa ('así que'): Yo no estuve allí, luego me lo perdí. De la misma manera, el adverbio así pasa de ser un conector oracional equivalente a 'entonces, por consiguiente' cuando va seguido de coma (Así, no hubo quien lo convenciera) a ser un modificador verbal que significa 'de esa manera' cuando no la lleva (Así no hubo quien lo convenciera).

2.8. En otros contextos

2.8.1. En la datación de cartas y documentos, se escribe coma entre el lugar y la fecha: Santiago, 8 de enero de 1999En Cartagena, a 16 de marzo de 2000; o entre el día de la semana y el del mes: Lunes, 23 de enero de 2002 (→ fecha4).

2.8.2. En las direcciones, en España se escribe coma entre el nombre de la calle y el número del inmueble: calle del Sol, 34avenida de la Constitución, número 2.

2.8.3. Se separan mediante coma el nombre de una colección y el número del volumen correspondiente: Biblioteca de Autores Españoles, 24Colección Melibea, 5.

2.8.4. Se usa la coma para separar los componentes de un nombre o expresión cuando, para integrarlos en una lista alfabética (bibliografía, índice, etc.), se ha invertido el orden normal de sus elementos:

Bello, Andrés: Gramática…
Cuervo, Rufino José: Diccionario de construcción…
― acentuación, reglas de
― puntuación, signos de

3. No se usa coma

3.1. Es incorrecto escribir coma entre el sujeto y el verbo de una oración, incluso cuando el sujeto está compuesto de varios elementos separados por comas: ⊗‍Mis padres, mis tíos, mis abuelos, me felicitaron ayer. Cuando el sujeto es largo, suele hacerse oralmente una pausa antes del comienzo del predicado, pero esta pausa no debe marcarse gráficamente mediante coma: Los alumnos que no hayan entregado el trabajo antes de la fecha fijada por el profesor | suspenderán la asignatura.

Dos son las excepciones a esta regla: cuando el sujeto es una enumeración que se cierra con etcétera (o su abreviatura etc.) y cuando inmediatamente después del sujeto se abre un inciso o aparece cualquiera de los elementos que se aíslan por comas del resto del enunciado. En esos casos aparece necesariamente una coma delante del verbo de la oración: El novio, los parientes, los invitados, etc., esperaban ya la llegada de la noviaMi hermano, como tú sabes, es un magnífico deportista.

Cuando el sujeto o el predicado están constituidos por construcciones correlativas con bien…, bien…ora…, ora… o ya…, ya… (→ 2.4.5), el uso de coma entre ellos es opcional: Los niños ya saltaban, ya se tumbaban en la hierba / Los niños, ya saltaban, ya se tumbaban en la hierbaAnimaban a los jugadores ora los partidarios de un equipo, ora los del otro / Animaban a los jugadores, ora los partidarios de un equipo, ora los del otro.

3.2. No se escribe coma entre el verbo y el atributo, el complemento directo, el complemento indirecto, el complemento de régimen o el complemente agente. Cuando estos complementos anticipan su aparición, no debe escribirse coma cuando la intención es destacar o enfatizar el elemento anticipado: Vergüenza debería darteMuy contento estás tú. Sin embargo, cuando el elemento anticipado simplemente expresa el tema del que se va a decir algo, la coma es opcional: De dinero, no hablamos nunca / De dinero no hablamos nuncaCarne, no suelo comer mucha / Carne no suelo comer muchaA los chicos, les sienta bien el deporte / A los chicos les sienta bien el deporte. La presencia de la coma en estos casos es más conveniente cuanto más largo es el fragmento anticipado: La costumbre de hacer regalos a los niños cuando terminan las clases, nunca la hemos seguido en mi casa.

3.3. No se escribe coma entre los miembros de las conjunciones discontinuas ni… ni…o… o… y tanto… como…No le gusta ni cantar ni bailarLlámame o a las cuatro o a las cincoQuedaron dañados tanto el tejado como la fachada del edificio.

3.4. No se escribe coma entre los dos miembros de las construcciones consecutivas ―introducidos por las correlaciones tal(es)… quetan… quetanto(s)/tanta(s)… quede tal manera… que― ni entre los dos miembros de las comparativas ―introducidos por más… que/demenos… que/detan… comotanto(s)/tanta(s)… como―: «Dependían tanto uno del otro que la confianza era imposible» (Saer Entenado [Arg. 1988]); «La situación había llegado a tal punto que ya no era posible ocultarla» (UPietri Visita [Ven. 1990]); «Más aplausos consigue un acordeonero compositor que uno que no lo es» (Cuello Ángel [Col. 2001]).

3.5. No se escribe coma detrás de las conjunciones, como peroporquepues, etc., cuando preceden a una oración interrogativa o exclamativa: Pero ¿dónde vas a estas horas?Porque ¿de qué servirá?Pues ¡qué barbaridad!

3.6. Aunque oralmente vaya seguido de una pausa, no se escribe coma tras el relativo compuesto el cuallo(s) cual(es)la(s) cual(es)Trasladaron cien obras, muchas de las cuales estaban dañadas.

3.7. No debe escribirse coma en las duplicaciones de carácter intensivo: Esta chica está alta alta [= muy alta]; La casa estaba lejos lejos [= muy lejos]; Quiero un café café [= un café auténtico, puro].

3.8. La escritura de una coma tras las fórmulas de saludo en cartas y documentos es un anglicismo ortográfico que debe evitarse; en español se emplean en ese caso los dos puntos (→ dos puntos2.9): ⊗‍Querido amigo, / Te escribo esta carta para comunicarte…; debe escribirse Querido amigo: / Te escribo esta carta para comunicarte…

4. Combinación con otros signos

4.1. La coma puede concurrir con cualquier signo de puntuación, excepto con el punto, el punto y coma o los dos puntos. Cuando se combina con puntos suspensivos o con signos de cierre de paréntesis, rayas, comillas, interrogación o exclamación, se escribe siempre detrás de ellos y seguida de minúscula:

Esto…, me pregunto si… María irá a la fiesta.

Dime ―y no quiero excusas―, ¿por qué no has llamado antes?

Quise saludarlo, pero, ¿sabes?, no me atreví.

4.2. Cuando la coma sigue a una abreviatura, debe mantenerse el punto abreviativo: Martillos, alicates, destornillador, etc., son imprescindibles en una caja de herramientas.

4.3. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

5. Usos no lingüísticos

En España y amplias zonas de América, separa la parte entera de la parte decimal en los números escritos con cifras: π = 3,1416… En algunas áreas hispanohablantes se usa para ello el punto (→ punto4.4): π = 3.1416… Ambas opciones son válidas de acuerdo con la normativa internacional.

 

Comillas:

comillas

1. Signo de puntuación doble del cual se usan diferentes tipos en español: las comillas angulares, también llamadas latinas o españolas (« »), las inglesas (" ") y las simples (' '). Las comillas inglesas y las simples se escriben en la parte alta del renglón, mientras que las angulares se escriben centradas. En los textos impresos, se recomienda utilizar en primera instancia las comillas angulares, reservando los otros tipos para cuando deban entrecomillarse partes de un texto ya entrecomillado. En este caso, las comillas simples se emplearán en último lugar: «Antonio me dijo: "Vaya 'cacharro' que se ha comprado Julián"». Las comillas se escriben pegadas a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separadas por un espacio de las palabras o signos que las preceden o las siguen; pero, si lo que sigue a las comillas de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.

2. Usos

a) Para enmarcar la reproducción de citas textuales: Como dijo Ramón y Cajal, «todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro». Cuando se intercala un comentario del transcriptor de la cita, este debe enmarcarse entre rayas (→ raya2.4), sin necesidad de cerrar las comillas para volverlas a abrir después del inciso: «Es imprescindible ―señaló el ministro― que se refuercen los controles sanitarios en las fronteras».

También se encierran entre comillas las palabras textuales que se reproducen dentro de un enunciado en estilo indirecto: «Desde Medicus Mundi reconocieron ayer sentir "impotencia y congoja" por este asesinato y exigieron "un compromiso de las autoridades para el esclarecimiento de estos graves hechos"» (País@ [Esp.] 12.6.2000). La inclusión, a través de las comillas, de un texto literal dentro de un enunciado en estilo indirecto es aceptable siempre y cuando no se incumpla alguna de las condiciones impuestas por dicho estilo, como, por ejemplo, la correlación de tiempos verbales o los cambios en determinados pronombres o adverbios. No sería aceptable, por tanto, un enunciado como el siguiente: ⊗‍Mi madre nos recomendó que «no salgáis a la calle sin abrigo».

b) Para encerrar, en las obras literarias de carácter narrativo, los textos que reproducen de forma directa los pensamientos de los personajes: «"Esto empieza mal", pensó Bastidas malhumorado» (Chavarría Rojo [Ur. 2002]).

c) En las citas y pensamientos entrecomillados que constan de varios párrafos, se colocan comillas de cierre al comienzo de cada uno de ellos (salvo, claro está, en el primero, que se inicia con comillas de apertura):

Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos:

«En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos ―vándalos, suevos y alanos― atravesaba el Pirineo y caía sobre España […].
»Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio»
.

Estas comillas, llamadas comillas de continuación o comillas de seguir, se utilizan también en las obras narrativas cuando la intervención de un personaje en un diálogo ocupa más de un párrafo. En este caso, no aparecen comillas de apertura y el párrafo final no termina con comillas de cierre:

―¿Qué ha pasado? ¿Qué hace usted aquí?
―Es largo de contar, pero intentaré ser claro y no detenerme en detalles.
»Ayer, cuando tenía todo listo para irme al aeropuerto, recibí una llamada misteriosa que me invitaba a no viajar 
[…].
»Por eso no me he ido.
―Creo que es lo mejor que ha podido hacer.

Por lo que se refiere a las citas de varios párrafos, lo normal hoy es reproducirlas con sangrado respecto del resto del texto y generalmente en un cuerpo menor. En ese caso, ya no son necesarias las comillas:

Dice Rafael Lapesa en su obra Historia de la lengua española, a propósito de los germanos:

En el año 409 un conglomerado de pueblos germánicos ―vándalos, suevos y alanos― atravesaba el Pirineo y caía sobre España […].
Así quedó cumplida la amenaza que secularmente venía pesando desde el Rhin y el Danubio.

d) Para indicar que una palabra o expresión es impropia, vulgar, procede de otra lengua o se utiliza irónicamente o con un sentido especial: Dijo que la comida llevaba muchas «especies»En el salón han puesto una «boiserie» que les ha costado un dineralParece que últimamente le va muy bien en sus «negocios». En textos impresos o electrónicos escritos en letra redonda, es más frecuente y recomendable reproducir los extranjerismos crudos en letra cursiva que entre comillas.

e) Cuando en un texto manuscrito se comenta un término o expresión desde el punto de vista lingüístico, estos se escriben entrecomillados: La palabra «cándido» es esdrújula. En los textos no manuscritos, en lugar de usar las comillas, se escribe el término en un tipo de letra diferente al de la frase en que va inserto (en cursiva si el texto normal va en redonda, o en redonda si el texto normal va en cursiva).

f) En obras de carácter lingüístico, las comillas simples se utilizan para enmarcar los significados: La voz apicultura está formada a partir de los términos latinos apis 'abeja' y cultura 'cultivo, crianza'.

g) Se usan las comillas para citar el título de un artículo, un poema, un capítulo de un libro, un reportaje o, en general, cualquier parte dependiente dentro de una publicación; los títulos de los libros, por el contrario, se escriben en cursiva cuando aparecen en textos impresos en letra redonda (o viceversa, en redonda si el texto normal va en cursiva): Ha publicado un interesante artículo titulado «El léxico de hoy» en el libro El lenguaje en los medios de comunicación, obra en la que han participado varios autores. Cuando los textos que forman parte de una obra mayor se citan solos, y no junto con el título de la publicación a la que pertenecen, puede optarse por el uso de comillas o de cursiva.

También se usan las comillas para aislar el título de una obra citado dentro de otro título (La monografía Las definiciones de los elementos químicos en el «Diccionario de la lengua española» se publicó en 1989), así como los títulos de ponencias, discursos, conferencias o exposiciones si se citan dentro de un enunciado (El rey inauguró la exposición «Goya y su tiempo»).

h) Cuando se mencionan en el interior de un texto, se delimitan con comillas los lemas, consignas y eslóganes: Mandela buscó la reconciliación bajo el lema «Un equipo, un país».

3. Combinación con otros signos

a) El punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos se escriben siempre después de las comillas de cierre:

Sus palabras fueron: «No lo haré»; pero al final nos ayudó.

Según los estatutos, «cualquier miembro de la corporación puede ser elegido presidente». La realidad, sin embargo, es otra.

También se ha de colocar el punto tras las comillas de cierre cuando el texto entrecomillado abarca todo el enunciado: «No está el horno para bollos». Con estas palabras zanjó la discusión y se marchó.

b) Cuando las comillas se combinan con otro signo doble, se cerrará primero el que se haya abierto en último lugar:

«¿Qué es este paquete?», preguntaban impacientes los niños.

¿De verdad ha dicho «hasta nunca»?

c) El texto que va dentro de las comillas tiene una puntuación independiente y lleva sus propios signos ortográficos. Por eso, los puntos suspensivos precederán a las comillas de cierre si se omite o se sobrentiende cierta información del texto entrecomillado: Ya lo dijo Arquímedes: «Dadme un punto de apoyo…». En cambio, si el texto elidido corresponde al discurso principal, los puntos suspensivos se escriben tras las comillas de cierre: Siempre las mismas excusas: «no me ha dado tiempo»; «se me ha olvidado»; «no sé hacerlo»…

d) Cuando la secuencia entrecomillada aparece al final del enunciado, debe colocarse punto detrás de las comillas de cierre incluso si estas van precedidas de puntos suspensivos o de un signo de cierre de interrogación o exclamación:

«Si pudiera decirle lo que pienso realmente…». A Pedro no le resultaba fácil hablar con sinceridad.

«¿Dónde te crees que vas?». Esa pregunta lo detuvo en seco.

e) Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación,

Corchete:

1. Signo de puntuación doble ([ ]) que se utiliza, por lo general, de forma parecida a los paréntesis que incorporan información complementaria o aclaratoria. Los corchetes se escriben pegados a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras o signos que los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; → 2.c); pero, si lo que sigue al corchete de cierre es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.

2. Usos

a) Cuando dentro de un enunciado que va entre paréntesis es preciso introducir alguna precisión o nota aclaratoria: Una de las últimas novelas que publicó Galdós (algunos estudiosos consideran su obra Fortunata y Jacinta [1886-87] la mejor novela española del siglo xix) fue El caballero encantado (1909). Este orden de inclusión se invierte en las fórmulas matemáticas o químicas, donde los corchetes encierran operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis: [(4 + 2) × (5 + 3)] − (6 − 2) (→ paréntesis2.i).

b) En libros de poesía, se coloca un corchete de apertura delante de las últimas palabras de un verso cuando no se ha transcrito en una sola línea y se termina, alineado a la derecha, en el renglón siguiente:

«Y los ritmos indóciles vinieron acercándose,

juntándose en las sombras, huyéndose y

[buscándose».

(Silva Obra [Col. 1880-95])

c) En la transcripción de un texto, se emplean para marcar cualquier interpolación o modificación en el texto original, como aclaraciones, adiciones, enmiendas o el desarrollo de abreviaturas: Hay otros [templos] de esta misma época de los que no se conserva prácticamente nadaSubió la cue[s]ta con dificultad [en el original, cuenta]Acabose de imprimir el a[nno] D[omini] de 1537. Al desarrollar abreviaturas, no se deja espacio de separación ante los corchetes de apertura. Es también usual prescindir de corchetes y escribir el segmento reconstruido en cursiva, si el texto está en redonda, o en redonda, si el texto está en cursiva: anno Domini.

d) En obras de carácter lingüístico, se usan para encerrar las transcripciones fonéticas: [eŋ'klaβ​̞e] (transcripción fonética de enclave). Para las transcripciones fonológicas se emplean las barras (→ barra1.e).

e) Se usan tres puntos entre corchetes para indicar, en la transcripción de un texto, que se ha omitido un fragmento del original: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa […] por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955-80]). La cita ha de tener continuidad lógica, gramatical y ortográfica; por tanto, cuando la marca de supresión coincida con signos de puntuación, se conservarán los necesarios para que el fragmento resultante siga estando correctamente puntuado: «¡Qué extraña familia […]! ¡Qué extraña y qué terrible!» (Gasulla Culminación [Arg. 1975]); «Cuando una mujer […] lograba desafiar a la opinión imperante […], se debía considerar a sí misma como una heroína» (MtnGaite Dieciocho [Esp. 1972]). Cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte inicial o final, se prescinde de los corchetes para encerrar los puntos (→ puntos suspensivos2.2.e).

3. Combinación con otros signos. Es idéntica a la de los paréntesis (→ paréntesis3).

Dos puntos:

dos puntos

1. Signo de puntuación (:) que delimita unidades lingüísticas y cuya función es detener el discurso para llamar la atención sobre lo que sigue, que siempre está en estrecha relación con el texto precedente; une, pues, a su función delimitadora un valor anunciativo. Presenta, además, usos no lingüísticos (→ 4). Como signo de puntuación, se escribe pegado a la palabra o el signo antecedente, y separado por un espacio de la palabra o el signo siguiente.

2. Usos lingüísticos

2.1. Se escriben dos puntos ante enumeraciones de carácter explicativo, las cuales van precedidas de un elemento anticipador: Ayer me compré dos libros: uno de Carlos Fuentes y otro de Cortázar. No se usan los dos puntos en las enumeraciones que carecen de elemento anticipador: ⊗‍En la reunión había representantes de: Bélgica, Holanda y Luxemburgo⊗‍Mis aficiones son: leer, viajar y montar en bicicleta. Esto solo es posible si la enumeración está dispuesta en forma de lista:

Mis aficiones son:
― leer
― viajar
― montar en bicicleta

2.2. Cuando se anticipan los elementos de la enumeración, los dos puntos sirven para cerrarla y dar paso al concepto que los engloba: Natural, sana y equilibrada: así debe ser una buena alimentación.

2.3. Sirven para separar una ejemplificación del elemento anticipador que la introduce: De vez en cuando tiene algunos comportamientos inexplicables: hoy ha venido a la oficina en zapatillas.

2.4. Preceden a la reproducción de citas o palabras textuales, que deben escribirse entre comillas: Ya lo dijo Ortega y Gasset: «La claridad es la cortesía del filósofo».

2.5. Se usan también para conectar oraciones relacionadas entre sí sin necesidad de emplear otro nexo. Son varias las relaciones que pueden expresar:

a) Causa-efecto: Se ha quedado sin trabajo: no podrá ir de vacaciones este verano.

b) Conclusión, consecuencia o resumen de la oración anterior: El arbitraje fue injusto y se cometieron demasiados errores: al final se perdió el partido. En este caso se usa también el punto y coma (→ punto y coma3.a).

c) Verificación o explicación de la oración anterior, que suele tener un sentido más general: La paella es un plato muy completo y nutritivo: tiene la fécula del arroz, las proteínas de sus carnes y pescados, y la fibra de sus verduras. En este caso se usa también el punto y coma (→ punto y coma3.a).

2.6. Sirven para detener el discurso, con intención enfática, tras conectores discursivos de carácter introductorio, como a saberahora bienpues bienesto esdicho de otro modoen otras palabrasmás aún… La oración que los sigue se inicia con minúscula: Nunca me ha molestado colaborar. Dicho de otro modo: me gusta ayudar a los demás¿Recuerdas lo que te conté de Ramiro? Pues bien: ha vuelto a hacerlo. En la mayoría de estos casos los dos puntos son sustituibles por la coma. La diferencia entre el uso de uno u otro signo está en que con la coma el énfasis desaparece y la expectación creada en el lector con respecto a lo que se va a decir es menor.

2.7. En títulos es frecuente su uso para separar el concepto general del aspecto parcial del que va a tratarse: La literatura medieval: estudio comparativo de los principales motivos recurrentes.

2.8. Separan los epígrafes internos de un libro del texto que los sigue cuando este comienza en la misma línea: La Revolución Industrial: Su origen hay que situarlo en Gran Bretaña, alrededor de 1780, cuando… Para ello se usa también la raya precedida de un punto (→ raya3.4.a), aunque la opción preferida hoy es el punto.

2.9. Se emplean tras las fórmulas de saludo en el encabezamiento de cartas y documentos. En este caso, la palabra que sigue a los dos puntos, y que inicia el cuerpo de la carta, se escribe con inicial mayúscula y en línea aparte (→ mayúsculas3.4.a): Muy señor mío: / Le agradeceré que en el plazo más breve posible… Es costumbre anglosajona, que debe evitarse en español, utilizar la coma en lugar de los dos puntos: ⊗‍Querido amigo, / Te escribo esta carta para comunicarte…

2.10. En textos jurídicos y administrativos, como decretos, sentencias, bandos, edictos, certificados o instancias, se colocan después del verbo que presenta el objetivo fundamental del documento y que va escrito enteramente en mayúscula (→ mayúsculas6.h). La primera palabra que sigue a dicho verbo se escribe con inicial mayúscula y en párrafo aparte (→ mayúsculas3.4.f): CERTIFICA: / Que D. José Álvarez García ha seguido con aprovechamiento el Curso de… Solamente en este caso los dos puntos son compatibles con la conjunción subordinante que.

2.11. Es incorrecto escribir dos puntos entre una preposición y el sustantivo o sustantivos que esta introduce: ⊗‍La obra estuvo coordinada por: Antonio Sánchez.

2.12. Debe evitarse el uso repetido de los dos puntos en un mismo enunciado: ⊗‍Se requieren dos tratamientos: uno físico y otro psicológico: el primero con un fisioterapeuta y el segundo con un equipo de psicólogos. Debió escribirse Se requieren dos tratamientos, uno físico y otro psicológico: el primero con un fisioterapeuta y el segundo con un equipo de psicólogos.

3. Combinación con otros signos

3.1. Los dos puntos pueden concurrir con cualquier signo de puntuación, excepto con el punto, la coma o el punto y coma. Cuando se combinan con puntos suspensivos o con signos de cierre de paréntesis, rayas, comillas, interrogación o exclamación, se escriben siempre detrás de ellos y seguidos de minúscula:

Intriga, humor, crítica social…: todos estos ingredientes en una película única.

Ingredientes (para dos personas): dos berenjenas, un cuarto de carne picada…

¿Qué hizo entonces?: salir corriendo.

3.2. Cuando los dos puntos siguen a una abreviatura, esta conserva el punto abreviativo: P. D.: Espero tu respuesta.

3.3. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

4. Usos no lingüísticos

4.1. Se emplean, de acuerdo con la norma internacional, para separar las horas de los minutos en la expresión de la hora. No debe dejarse espacio de separación entre los dos puntos y las cifras colindantes: 15:30 h. En el uso común, fuera de contextos técnicos, los dos puntos pueden alternar con el punto (→ punto4.1).

4.2. Indican división en expresiones matemáticas. En este caso, se escriben con espacio de separación respecto de las cifras colindantes: 8 : 2 = 4. En este uso alternan con la barra (→ barra1.i).

Signos de interrogación y exclamación:

signos de interrogación y exclamación

1. Los signos de interrogación (¿?) y de exclamación (¡!) son signos de puntuación dobles cuya función principal es delimitar, respectivamente, las secuencias interrogativas y exclamativas directas. Se escriben pegados a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen; pero, si lo que sigue al signo de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos: Vamos a ver… ¡Caramba!, ¿son ya las tres?; se me ha hecho tardísimo.

2. Indicaciones sobre el uso correcto de ambos signos

2.1. Los signos de apertura (¿, ¡) son característicos del español y no deben suprimirse por imitación de otras lenguas en las que únicamente se coloca el signo de cierre: Qué hora es?Qué alegría verte! Lo correcto es ¿Qué hora es?¡Qué alegría verte! La escritura de los signos de apertura resulta útil para indicar el punto en que se inicia la secuencia interrogativa o exclamativa, ya que el español no cuenta con introductores peculiares (como el auxiliar do en inglés o la fórmula interrogativa est-ce que en francés) ni con un orden de palabras específico para esas construcciones. Solo en algunos usos especiales se prescinde de los signos de apertura (→ 4.1 y 4.4).

2.2. Los signos de apertura (¿, ¡) se han de colocar justo donde empieza la pregunta o la exclamación (es decir, donde empieza la entonación interrogativa o exclamativa), aunque no se corresponda con el inicio del enunciado; en ese caso, la interrogación o la exclamación comienzan con minúscula (→ mayúsculas3.3.2.b). Normalmente quedan fuera de la pregunta o la exclamación los siguientes segmentos:

a) Las secuencias aseverativas que preceden a las expresiones de refuerzo denominadas apéndices confirmativos, como ¿eh?¿no?¿verdad?¿ves?¿viste?, etc.: Hoy es tu cumpleaños, ¿no?

b) Las estructuras de valor introductorio encabezadas por en cuanto acon respecto aen relación con, etc., así como los conectores discursivos (ademásahora biensin embargoasí puespor consiguientees decir, etc.) y adverbios como sinceramentefrancamentebrevemente, etc., que inciden sobre toda la oración y están orientados al hablante o al oyente (tienen el sentido de 'te lo digo / dímelo sinceramente, francamente…'): En cuanto a Eva, ¿hay alguna novedad?Por lo demás, ¿qué aspecto tenía tu hermano?Francamente, ¡estoy encantado! Como se ve en los ejemplos, estas secuencias se separan con coma de la interrogativa o exclamativa (→ coma22.3.42.2.4 y 2.3.3).

c) Las oraciones subordinadas condicionales, concesivas, causales y finales cuando ocupan el primer lugar del enunciado; pero, si van al final, se consideran incluidas en la pregunta o la exclamación:

Si encuentras trabajo, ¡qué celebración vamos a hacer! / ¡Qué celebración vamos a hacer si encuentras trabajo!

Puesto que no cabemos en un coche, ¿vamos en tren? / ¿Vamos en tren, puesto que no cabemos en un coche?

Para que te enteres, ¡no pienso cambiar de opinión! / ¡No pienso cambiar de opinión, para que te enteres!

d) Los vocativos, cuando ocupan el primer lugar del enunciado, se escriben fuera de la pregunta; pero, si van al final, se consideran incluidos en ella: Raquel, ¿sabes ya cuándo vendrás? / ¿Sabes ya cuándo vendrás, Raquel? En cambio, los vocativos en posición inicial pueden formar parte de la exclamativa o quedar fuera de ella: «¡Antonio, siéntate ahí!» (Abad Hotel [Col. 2017])«Antonio, ¡llévate eso de aquí!» (Posadas Mateo [Ur. 2009]).

e) La conjunción pero en posición inicial puede preceder a la secuencia interrogativa o exclamativa, o incluirse en ella: Pero ¿cómo lo encontraste? / ¿Pero cómo lo encontraste? En el caso de las conjunciones y y o, es preferible escribirlas como parte de la pregunta o la exclamación: ¿Y cómo lo encontraste?¡O no vengas si no quieres!

2.3. Cuando se escriben seguidas varias preguntas o exclamaciones breves, se pueden considerar como oraciones independientes o bien como partes de un único enunciado. En el primer caso, cada interrogación o exclamación se iniciará con mayúscula:

¿Quién era? ¿De dónde salió? ¿Te dijo qué quería?

¡Cállate! ¡No quiero volver a verte! ¡Márchate!

En el segundo caso, las diversas preguntas o exclamaciones se separarán por coma o por punto y coma, y solo se iniciará con mayúscula la primera de ellas:

Me abordó en la calle y me preguntó: «¿Cómo te llamas?, ¿en qué trabajas?, ¿cuándo naciste?».

¡Qué enfadado estaba!; ¡cómo se puso!; ¡qué susto nos dio!

Cuando la exclamación está compuesta por elementos breves repetidos, los signos de exclamación encierran todos los elementos: ¡Ja, ja, ja!¡Ay, ay, ay!

2.4. Cuando inmediatamente después de una pregunta se sugiere una posible respuesta, se recomienda escribir esta en una interrogativa independiente, pues se trata de preguntas distintas con su propia entonación interrogativa:

¿Qué te ofreció?, ¿un millón?

¿Qué haces? ¿Vienes o te quedas?

Pero también es frecuente y admisible que ambos segmentos se presenten en una misma interrogativa: ¿Qué te ofreció, un millón?¿Qué haces, vienes o te quedas? Debe evitarse esta puntuación en caso de ambigüedad: ¿Quién grita? ¿Ana? (se pregunta quién grita y se sugiere que esa persona es Ana), distinto de ¿Quién grita, Ana? (se pregunta a Ana quién grita).

2.5. Pueden omitirse los signos de interrogación en los enunciados interrogativos que constituyen un título (Por quién doblan las campanas) y en las preguntas retóricas (Dónde vas a estar mejor que aquí). En ambos casos, es igualmente válida la escritura de dichos signos: ¿Quién teme a Virginia Woolf?¿Cómo quieres que lo sepa?

3. Combinación con otros signos

3.1. No se escribe punto tras los signos de interrogación o exclamación cuando cierran el enunciado. Lógicamente, en este caso, la oración siguiente ha de comenzar con mayúscula (→ mayúsculas3.3.1): No he conseguido el trabajo. ¡Qué le vamos a hacer! Otra vez será. Como se ve en el ejemplo, no debe suprimirse el punto que precede a los signos de apertura.

3.2. Después de un signo de interrogación o exclamación de cierre puede escribirse coma, punto y coma o dos puntos, que en ese caso van seguidos de minúscula (→ mayúsculas3.3.2.a): «Aúllan como demonios cuando llega la noche; ¿sabes por qué?: para quebrar el silencio que los aterroriza» (VLlosa Ciudad [Perú 1962]).

3.3. Cuando los signos de interrogación y exclamación se combinan con otros signos dobles (comillas, rayas, paréntesis o corchetes), se cerrará primero el que se haya abierto en último lugar:

«¿Qué es este paquete?», preguntaban impacientes los niños.

¿De verdad ha dicho que está «destruido»? ¡Qué exagerado!

3.4. Sobre la concurrencia con puntos suspensivos, → puntos suspensivos3.4.

3.5. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

4. Usos especiales

4.1. Los signos de cierre escritos entre paréntesis se utilizan para expresar duda (los de interrogación) o sorpresa (los de exclamación), no exentas, en la mayoría de los casos, de ironía: Tendría gracia (?) que hubiera perdido las llavesHa terminado los estudios con treinta años y está tan orgulloso (!).

4.2. Cuando el sentido de una oración es interrogativo y exclamativo a la vez, pueden combinarse ambos signos, abriendo con el de exclamación y cerrando con el de interrogación, o viceversa: ¡Cómo te has atrevido? / ¿Cómo te has atrevido!; o, preferiblemente, abriendo y cerrando con los dos signos a la vez: ¿¡Qué estás diciendo!? / ¡¿Qué estás diciendo?!

4.3. En obras literarias es posible escribir dos o tres signos de exclamación para indicar mayor énfasis en la entonación exclamativa: ¡¡¡Traidor!!! En cambio, para dar énfasis a una pregunta, no es normal repetir los signos de interrogación, sino combinar estos con los signos de exclamación (→ 4.2).

4.4. Es frecuente el uso de los signos de interrogación en la indicación de fechas dudosas, especialmente en obras de carácter enciclopédico. Se recomienda colocar ambos signos, el de apertura y el de cierre: Hernández, Gregorio (¿1576?-1636), aunque también es posible escribir únicamente el de cierre: Hernández, Gregorio (1576?-1636).

Paréntesis:

paréntesis

1. Signo de puntuación doble con la forma ( ) que se usa normalmente para insertar en un enunciado una información complementaria o aclaratoria. Los paréntesis se escriben pegados a la primera y la última palabra del periodo que enmarcan, y separados por un espacio de las palabras que los preceden o los siguen (hay algunas excepciones; → 2.d y 2.e); pero, si lo que sigue al signo de cierre de paréntesis es un signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos.

2. Usos

a) Cuando se interrumpe el enunciado con un inciso aclaratorio o accesorio: Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso) se celebran en el salón de actos. Aunque también las comas (→ coma22.1) y las rayas (→ raya2.1) se utilizan para enmarcar incisos, el uso de los paréntesis implica un mayor grado de aislamiento de la información que encierran con respecto al texto en el que se inserta. Por ello, los incisos entre paréntesis suelen ser oraciones con sentido pleno y poca o nula vinculación sintáctica con los elementos del texto principal.

b) Para intercalar algún dato o precisión, como fechas, lugares, el desarrollo de una sigla, el nombre de un autor o de una obra citados, etc.: El año de su nacimiento (1616) es el mismo en que murió CervantesToda su familia nació en Guadalajara (México)La OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ha decidido aumentar la producción de crudo«Más obran quintaesencias que fárragos» (Gracián).

c) Para encerrar, en las obras teatrales, las acotaciones del autor o los apartes de los personajes: «Bernarda(Golpeando con el bastón en el suelo). ¡No os hagáis ilusiones de que vais a poder conmigo!» (GaLorca Bernarda [Esp. 1936]).

«Inés.

 

¡Ay, Jesús!

Brígida.

 

            ¿Qué es lo que os da?

Inés.

 

Nada, Brígida, no es nada.

Brígida.

 

No, no; si estáis inmutada.
(Ya presa en la red está).
¿Se os pasa?»

(Zorrilla Tenorio [Esp. 1844-1852])

Si las acotaciones del autor son exentas, no insertas en la réplica de un personaje, no es necesario escribirlas entre paréntesis. Como se ve en los ejemplos, los apartes de los personajes mantienen el estilo de letra del resto de la intervención ―cursiva en este caso―, mientras que las acotaciones del autor presentan un resalte inverso al del contexto en el que aparecen.

d) Para introducir opciones en un texto. En estos casos se encierra entre paréntesis el elemento que constituye la alternativa, sea este una palabra completa, sea uno de sus segmentos: En el documento se indicará(n) el (los) día(s) en que haya tenido lugar la bajaSe necesita chico(a) para repartir pedidos. Como se ve en los ejemplos, los paréntesis que añaden segmentos van pegados a la palabra a la que se refieren. En este uso, el paréntesis puede alternar con la barra (→ barra1.b).

e) Para desarrollar las abreviaturas o reconstruir las palabras incompletas del texto original cuando se reproducen o transcriben textos, códices o inscripciones. Los elementos que se añaden van entre paréntesis y sin espacios de separación: Imp(eratori) Caes(ari). En estos casos se recomienda utilizar con preferencia los corchetes (→ corchete2.c). Es también usual prescindir de paréntesis o corchetes y escribir el segmento reconstruido en cursiva, si el texto está en redonda, o en redonda, si se trata de un texto en cursiva: Imperatori Caesari.

f) En la reproducción de citas textuales, se usan tres puntos entre paréntesis para indicar que se omite un fragmento del original: «Pensé que él no pudo ver mi sonrisa (…) por lo negra que estaba la noche» (Rulfo Páramo [Méx. 1955]). En estos casos es más frecuente y recomendable el uso de los corchetes (→ corchete2.e). Cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte inicial o final, se prescinde de los paréntesis o los corchetes para encerrar los puntos (→ puntos suspensivos2.2.e).

g) Para delimitar algunas abreviaturas que no se cierran con punto ni con barra: (a) por alias(e) por encargado (→ abreviatura8.a).

h) Las letras o números que introducen elementos de una clasificación o enumeración pueden escribirse entre paréntesis o, más frecuentemente, seguidas solo del paréntesis de cierre:

Los libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
(a) en los estantes superiores de la sala de juntas;
(b) en los armarios de la biblioteca principal
.

O bien:

Los libros podrán encontrarse en los lugares siguientes:
a) en los estantes superiores de la sala de juntas;
b) en los armarios de la biblioteca principal
.

i) En las fórmulas matemáticas o químicas, los paréntesis sirven para aislar operaciones que forman parte de una serie; para enmarcar operaciones que contienen otras ya encerradas entre paréntesis, se utilizan los corchetes (→ corchete2.a): [(4 + 2) × (5 + 3)] − (6 − 2).

3. Combinación con otros signos

a) El punto, la coma, el punto y coma y los dos puntos se escriben siempre después del paréntesis de cierre:

Llevaban casados mucho tiempo (el año pasado cumplieron sus bodas de oro), pero nunca lograron entenderse.

Se llama Elvira Muñoz (si no recuerdo mal).

También se ha de colocar el punto tras el paréntesis de cierre cuando el texto entre paréntesis abarca todo el enunciado: La escuela ha convocado una nueva edición de su concurso literario. (Consulta las bases en nuestra página web).

b) No debe colocarse ningún signo de puntuación que no fuera necesario si se suprimieran los paréntesis; por ello, si el texto entre paréntesis está situado entre el sujeto y el verbo de la oración, nunca debe escribirse coma después del paréntesis de cierre, pues es incorrecto que sujeto y verbo vayan separados por coma (→ coma23.1): Las asambleas (la última duró casi cuatro horas sin ningún descanso), se celebran en el salón de actos.

c) Cuando los paréntesis se combinan con otro signo doble, se cerrará primero el que se haya abierto en último lugar:

«No estoy seguro de esto (¿por qué habría de estarlo?)», señaló.

¿Cuántos países integran la ONU (Organización de las Naciones Unidas)?

d) El texto contenido dentro de los paréntesis tiene una puntuación independiente. Por eso, si se omite o se sobrentiende cierta información del texto escrito entre paréntesis, los puntos suspensivos preceden al paréntesis de cierre: La manía de Ernesto por el coleccionismo (lo colecciona todo: sellos, monedas, relojes, plumas, llaveros…) ha convertido su casa en un almacén. En cambio, si el texto elidido o sobrentendido corresponde al discurso principal, los puntos suspensivos se escriben tras el paréntesis de cierre: Visitamos el museo de la ciudad, las calles del centro histórico, las montañas cercanas (una maravilla)… Acabamos agotados.

e) Cuando la secuencia parentética aparece al final del enunciado, debe colocarse punto detrás del paréntesis de cierre incluso si este va precedido de puntos suspensivos o de un signo de cierre de interrogación o exclamación:

Está encantado con su nuevo Picasso (yo diría que es falso, pero…).

Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!).

f) Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

Punto:

punto

1. Signo ortográfico (.) que se usa principalmente como signo de puntuación (→ 2). Presenta, además, otras funciones lingüísticas (→ 3) y no lingüísticas (→ 4).

2. Signo de puntuación

Su función es señalar gráficamente el final de un enunciado ―que no sea interrogativo o exclamativo, o que no se cierre con puntos suspensivos―, de un párrafo o de un texto. Se escribe sin separación de la palabra que lo precede y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. La palabra que sigue al punto de cierre de enunciado se escribe siempre con inicial mayúscula.

2.1. Nombres. Recibe distintos nombres, según marque el final de un enunciado, un párrafo o un texto:

a) Si se escribe al final de un enunciado y a continuación se inicia otro sin cambiar de párrafo, se denomina punto y seguido (pl. puntos y seguido), nombre más lógico y recomendable que el también usual de punto seguido (pl. puntos seguido o puntos seguidos; la primera opción se justifica por conservar ahí seguido su carácter adverbial y, por tanto, invariable). Si el punto y seguido coincide con el final de una línea, se comienza a escribir en la siguiente con el mismo margen, sin sangrado inicial. El punto y seguido es, pues, el que separa los enunciados que integran un párrafo.

b) Si se escribe al final de un párrafo y el enunciado siguiente inicia un párrafo nuevo, se denomina punto y aparte (pl. puntos y aparte), aunque en algunas zonas de América se dice punto aparte (pl. puntos aparte). Para facilitar la distinción entre párrafos, puede darse a la primera línea de cada uno de los que siguen al párrafo inicial un margen algo mayor, de modo que quede sangrada. Ejemplo:

      Estuvo rondando la casa varias horas, silbando claves privadas, hasta que la proximidad del alba lo obligó a regresar. En el cuarto de su madre, jugando con la hermanita recién nacida y con una cara que se le caía de inocencia, encontró a José Arcadio.
      Úrsula había cumplido apenas su reposo de cuarenta días, cuando volvieron los gitanos. Eran los mismos saltimbanquis y malabaristas que llevaron el hielo.
      
(GaMárquez Años [Col. 1967])

Si se prescinde de la sangría, debe dejarse una línea en blanco después de cada párrafo. El punto y aparte es, pues, el que separa dos párrafos distintos, que suelen desarrollar, dentro de la unidad del texto, ideas o contenidos diferentes.

c) Si se escribe al final de un escrito o de una división mayor del texto, se denomina punto final (pl. puntos finales). No es correcta la denominación ⊗‍punto y final, creada por analogía de las correctas punto y seguido y punto y aparte (→ 2.1.a y 2.1.b).

2.2. Contextos en los que no se escribe punto final

a) Títulos y subtítulos de libros, artículos, capítulos, obras de arte, etc., cuando aparecen aislados constituyendo el único texto de la línea o líneas que ocupan:

Cien años de soledad

b) Títulos y cabeceras de cuadros y tablas.

c) Nombres de autor en cubiertas, portadas, prólogos, firmas de cartas y otros documentos, o en cualquier otra ocasión en que aparezcan aislados:

Fdo.: Jesús García

d) Las indicaciones de lugar y fecha que encabezan cartas y documentos.

e) Expresiones simples dentro de celdas de tablas y otros espacios bien delimitados. Si se trata de expresiones complejas y contienen puntuación interna, se recomienda escribir el punto.

2.3. Contextos en los que puede prescindirse del punto final

a) Textos de señales y carteles.

b) Enunciados de eslóganes publicitarios cuando aparecen aislados constituyendo el único texto de la línea o líneas que ocupan.

c) Pies de imágenes, siempre que sean breves y se acerquen a la condición de etiquetas o rótulos. Cuanto mayor sea su extensión y complejidad sintáctica, mayor tendencia a la escritura de punto.

d) Dedicatorias que se sitúan al principio de los escritos, salvo que sean muy complejas u ocupen varios párrafos.

e) En las aplicaciones de mensajería instantánea, especialmente cuando el mensaje está constituido por un solo enunciado. No debe trasladarse esta licencia a la escritura ordinaria.

2.4. Combinación con otros signos

a) El punto se escribirá siempre detrás de las comillas, los paréntesis y las rayas de cierre: Dijo: «Tú y yo hemos terminado». Tras estas palabras se marchó, dando un portazo. (Creo que estaba muy enfadada). En la calle la esperaba Emilio ―un buen amigo―. Este, al verla llegar, sonrió.

b) No debe escribirse punto tras los signos de cierre de interrogación o de exclamación, aunque con ellos termine el enunciado; está, pues, incorrectamente puntuada la secuencia siguiente: ⊗‍¿Quieres darte prisa?. ¡Vamos a llegar tarde por tu culpa!. Pero ¿se puede saber qué estás haciendo?. Solo debe escribirse punto si tras los signos de interrogación o de exclamación hay paréntesis o comillas de cierre:

Se puso a gritar como un loco (¡vaya genio que tiene el amigo!).

Me preguntó muy serio: «¿De veras puedo contar contigo?».

Naturalmente, sí se escribe el punto que precede a los signos de apertura de interrogación y exclamación: No encuentro el martillo. ¿Lo tienes tú?

c) Nunca se escribe otro punto tras los puntos suspensivos cuando estos cierran un enunciado: Le gusta todo tipo de cine: negro, histórico, de aventuras… Es un cinéfilo empedernido.

d) Si el punto de una abreviatura coincide con el punto de cierre del enunciado, solo debe escribirse un punto, nunca dos: A la boda fueron todos sus parientes: tíos, primos, sobrinos, etc. Fueron en total ciento veinte invitados.

e) Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

3. Otros usos lingüísticos

3.1. Se escribe punto detrás de las abreviaturas, con muy pocas excepciones (→ barra1.c y paréntesis2.g): Sra., Excmo., pág., etc. Si la abreviatura incluye alguna letra volada, el punto se coloca delante de esta: D.ª, 1.º. Sobre la combinación del punto abreviativo con los signos de puntuación, → abreviatura8.a.

3.2. En textos lingüísticos, se utiliza el punto para indicar la frontera entre las sílabas de una palabra en las transcripciones fonéticas y fonológicas: /at.lán.ti.ko/ o /a.tlán.ti.ko/. En este caso, el punto va pegado a los signos que lo preceden y que lo siguen. Sobre el uso del guion como separador silábico, → guion23.2.

4. Usos no lingüísticos

4.1. En el uso común, separa las horas de los minutos cuando se expresa numéricamente la hora: 8.30 h, 12.00 h. Con este fin se usan también los dos puntos, opción recomendada para textos técnicos (→ dos puntos4.1).

4.2. Separa, en la expresión numérica de las fechas, las indicaciones de día, mes y año: 21.6.2000. Para ello se usan también el guion o la barra (→ fecha2.c).

4.3. Colocado a media altura entre dos cantidades o expresiones matemáticas, indica multiplicación: 5 · 4 = 20; 2 · (x + y) = 30. En este uso, se escribe entre espacios. Con este mismo fin es más normal el uso del símbolo tradicional en forma de aspa (×).

4.4. En algunas áreas hispanohablantes, separa la parte entera de la parte decimal en los números escritos con cifras: π = 3.1416… En España y amplias zonas de América se usa para ello la coma (→ coma25): π = 3,1416… Ambas opciones son válidas de acuerdo con la normativa internacional. Para señalar la ubicación de las emisoras de radio en el dial, se ha generalizado el empleo del punto: Radio Intercontinental, 104.9.

5. Usos incorrectos

5.1. Aunque todavía es práctica común en los números escritos con cifras separar los millares, millones, etc., mediante un punto, los organismos internacionales de normalización establecen que se prescinda de él, pues el hecho de que un mismo signo tenga valores contrapuestos según el área geográfica ―separador de millares en unas y separador decimal en otras (→ 4.4)― plantea un serio problema de ambigüedad. Para facilitar la lectura de los números cuya parte entera conste de más de cuatro cifras, se recomienda escribirlos separando con un pequeño espacio los grupos de tres dígitos, contados de derecha a izquierda: 52 345; 6 462 749. Esta recomendación no debe aplicarse en documentos contables ni en ningún tipo de escrito en que la separación arriesgue la seguridad. No se utiliza nunca esta separación, ni tampoco el punto (→ 5.2), cuando el número no expresa cantidad, sino que sirve para identificar un elemento dentro de una serie.

5.2. No debe escribirse punto tras las unidades de millar en la expresión numérica de los años, ni en la numeración de páginas, portales de vías urbanas y códigos postales, ni en los números de artículos, decretos o leyes: año 1987; el 40000 a. C.; página 1150; avenida de Mayo, 1370; 28010 Madrid; Real Decreto 1099/1986.

5.3. Actualmente las siglas no llevan puntos entre las letras que las componen (OTAN), ni siquiera cuando forman parte de un enunciado escrito todo él en mayúsculas: CALENDARIO FISCAL PARA EL PAGO DEL IRPF (→ sigla4.a). Tampoco llevan punto los símbolos (→ símbolo5.1).

 

Puntos suspensivos

puntos suspensivos

1. Signo de puntuación formado por tres puntos consecutivos (…) ―y solo tres―, llamado así porque entre sus usos principales está el de dejar en suspenso el discurso. Se escriben siempre pegados a la palabra o el signo que los precede, y separados por un espacio de la palabra o el signo que los sigue; pero, si lo que sigue a los puntos suspensivos es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Si los puntos suspensivos cierran el enunciado, la palabra siguiente debe escribirse con mayúscula inicial: El caso es que si lloviese… Mejor no pensar en esa posibilidad; pero, si no cierran el enunciado y este continúa tras ellos, la palabra que sigue se inicia con minúscula: Estoy pensando que… aceptaré; en esta ocasión debo arriesgarme.

2. Usos

2.1. Para indicar la suspensión del discurso con fines expresivos

a) Señalan la existencia en el discurso de una pausa transitoria que expresa duda, temor o vacilación: El niño dice que él no ha roto el jarrón… Pero ¿quién ha sido si no?Te llaman del hospital… Espero que sean buenas noticiasQuería preguntarte… No sé…, bueno…, que si quieres ir conmigo a la fiesta.

b) Dejan el enunciado en suspenso con el fin de crear expectación (Si yo te contara…) o por cualquier otro motivo (Fue todo muy violento, estuvo muy desagradable… No quiero seguir hablando de ello).

c) Sin valor de interrupción del discurso, señalan a veces la existencia de pausas que demoran enfáticamente el enunciado: Ser… o no ser… Esa es la cuestión.

2.2. Para indicar la omisión de parte del texto

a) Señalan la interrupción voluntaria de un discurso cuyo final se da por conocido o sobrentendido por el interlocutor: A pesar de que prepararon cuidadosamente la expedición, llevaron materiales de primera y guías muy experimentados… Bueno, ya sabéis cómo acabó la cosa. Es especialmente frecuente este uso cuando se reproduce un refrán o un fragmento literario de sobra conocido: Más vale pájaro en mano…, así que dámelo ahora mismoY, en mitad de la fiesta, se subió a una mesa y comenzó a recitar: «Con diez cañones por banda…».

b) Se usan para evitar repetir la cita completa del título largo de una obra ya mencionada: La obra Yo era un tonto y lo que he visto me ha hecho dos tontos, de Rafael Alberti, está llena de grandes aciertos. Los versos de Yo era un tonto… contienen algunos de los mejores hallazgos expresivos del autor.

c) Sirven para insinuar, evitando su reproducción, expresiones o palabras malsonantes o inconvenientes: ¡Qué hijo de… está hecho! A veces se colocan tras la letra inicial del término que se insinúa: Vete a la m… No te aguanto más.

d) Se emplean al final de enumeraciones abiertas o incompletas, con el mismo valor que la palabra etcétera o su abreviatura: Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música… Debe evitarse, por redundante, la aparición conjunta de ambos elementos:

⊗‍Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música…, etc.

⊗‍Puedes hacer lo que quieras: leer, ver la televisión, oír música, etcétera…

e) Entre corchetes […] (→ corchete2.e) o entre paréntesis (…) (→ paréntesis2.f), los puntos suspensivos indican la supresión de una palabra o un fragmento en una cita textual: «Fui don Quijote de la Mancha y soy agora […] Alonso Quijano el Bueno» (Cervantes Quijote [Esp. 1615]).

Si se quiere dejar claro que la reproducción de una cita textual no se hace desde el comienzo mismo del enunciado, es posible escribir puntos suspensivos al inicio de la cita, sin paréntesis ni corchetes, dejando un blanco de separación respecto de la palabra a la que preceden: Un personaje galdosiano define a Larra como «… un escritor satírico de tanto talento como mala intención». La cita se escribe en estos casos con minúscula inicial, incluso cuando está precedida de dos puntos (→ mayúsculas3.4.b).

También cuando la reproducción de la cita queda incompleta por su parte final es posible escribir puntos suspensivos, sin paréntesis ni corchetes y sin blanco de separación con respecto al texto que antecede, para indicar que el enunciado continúa más allá de la última palabra reproducida: La joven leía con avidez: «Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota…».

3. Combinación con otros signos

3.1. Si los puntos suspensivos finalizan el enunciado, no debe añadirse a ellos el punto de cierre (se escribirán solo tres puntos): Me encanta esta casa. Es hermoso despertarse y ver el sol, los árboles, la luz en las ventanas… Creo que volveré el año que viene; pero, si los puntos suspensivos van detrás de una abreviatura, se suma a ellos el punto que la cierra, de modo que se escribirán cuatro puntos en total (→ abreviatura8.a): Algunas abreviaturas con tilde son pág., cód., admón.…

3.2. Tras los puntos suspensivos sí pueden colocarse otros signos de puntuación, como la coma, el punto y coma y los dos puntos, sin dejar entre ambos signos ningún espacio de separación:

Cuando decidas los colores, las telas, el tipo de mobiliario…, ven a verme y te haré el presupuesto.

Mañana traerán la mesa, las sillas, los cuadros…; entonces sí parecerá una casa.

Una cosa no quedó clara…: ¿desde cuándo se aplicará esta medida?

La escritura de estos signos debe responder a los criterios de puntuación que se seguirían si no aparecieran los puntos suspensivos. Por tanto, no se escribe ⊗‍Y la gandora es…, Lidia Valdastillas (como tampoco ⊗‍Y la ganadora es, Lidia Valdastillas), sino Y la ganadora es… Lidia Valdastillas.

3.3. Los puntos suspensivos preceden al paréntesis, las comillas y las rayas de cierre si lo que se omite o se sobrentiende forma parte del discurso enmarcado por esos signos:

Está encantado con su nuevo Picasso (yo diría que es falso, pero…).

Ya lo dijo Arquímedes: «Dadme un punto de apoyo…».

Pero, si el texto elidido o sobrentendido corresponde al enunciado principal, los puntos suspensivos van detrás de los signos de cierre de paréntesis, comillas y rayas: El paisaje chileno ofrece muchos atractivos: mar y montaña, lagos y volcanes (como los de la X Región), desiertos (Atacama)…

3.4. Los puntos suspensivos se escriben delante de los signos de cierre de interrogación o de exclamación si el enunciado interrogativo o exclamativo está incompleto: ¡Si te dije que…! Es inútil, nunca haces caso a nadie; si está completo, los puntos suspensivos se escriben detrás, sin espacio de separación: ¿Me habrá traído los libros?… Seguro que sí. Pueden darse casos en que se junten el punto de una abreviatura, los tres puntos suspensivos y el de los signos de cierre de interrogación o de exclamación: ―¿Viste a ese Sr….? ―Sí, el Sr. González estuvo aquí ayer.

3.5. Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

Punto y coma:

1. Signo de puntuación (;) que se utiliza para delimitar unidades lingüísticas inferiores al enunciado, como la oración (No sabía nada con seguridad; lo intuía) o el grupo sintáctico (Habló muy claro; demasiado). Su empleo implica mayor vinculación entre los miembros del enunciado que la indicada por el punto, y menor que la sugerida por la coma. Se escribe pegado a la palabra o el signo que lo precede, y separado por un espacio de la palabra o el signo que lo sigue. La primera palabra que sigue al punto y coma debe escribirse siempre con minúscula (la única excepción se da en obras de contenido lingüístico, en las que es práctica común separar con este signo de puntuación los diferentes ejemplos que se ofrecen, cada uno de los cuales, cuando se trata de enunciados independientes, comienza, como es natural, con mayúscula; de este uso excepcional y contrario a la norma que rige en la lengua general hay abundantes ejemplos en esta misma obra).

2. El punto y coma es, de todos los signos de puntuación, el que presenta un mayor grado de subjetividad en su empleo, pues, en muchos casos, es posible optar, en su lugar, por otro signo de puntuación, como el punto y seguido, los dos puntos o la coma; pero esto no significa que el punto y coma sea un signo prescindible.

3. Usos

a) Para separar oraciones sintácticamente independientes entre las que existe una estrecha relación semántica:

Era necesario que el hospital permaneciese abierto toda la noche; hubo que establecer turnos.

Todo el mundo a casa; ya no hay nada más que hacer.

En la mayor parte de estos casos, se podría utilizar el punto y seguido. La elección de uno u otro signo depende de la vinculación semántica que quien escribe considera que existe entre los enunciados. Si el vínculo se estima débil, se prefiere usar el punto y seguido; si se juzga más sólido, es conveniente optar por el punto y coma. También se podrían usar los dos puntos, puesto que casi siempre subyacen las mismas relaciones que expresan estos cuando conectan oraciones (→ dos puntos2.5).

b) Para separar los elementos de una enumeración cuando se trata de expresiones complejas que incluyen comas:

Cada grupo irá por un lado diferente: el primero, por la izquierda; el segundo, por la derecha; el tercero, de frente.

Cuando el último elemento de la relación va precedido por una conjunción, delante de esta se recomienda escribir coma (→ coma22.4.4.a), aunque puede usarse también el punto y coma:

Se dieron cita el presidente ejecutivo, Francisco Ruiz; el consejero delegado, Pedro García; el vocal, Antonio Sánchez; y el secretario general, Juan González.

c) Se escribe punto y coma delante de las conjunciones adversativas peromas y aunque cuando las oraciones que encabezan tienen cierta longitud:

No vivió mucho tiempo en aquella ciudad tan lejana; pero, mientras estuvo allí, disfrutó de todo lo que le ofrecía..

Si el periodo encabezado por la conjunción es corto, se usa la coma (→ coma22.4.6); si tiene una extensión considerable, es mejor utilizar el punto y seguido:

Vendrá, pero tarde.

«Las dos amigas se entienden muy bien; se ponen de acuerdo sin necesidad de muchas palabras. Pero una voz que les es conocida irrumpe en la mágica plenitud solar que las rodea» (FdzLeandro Caribe [C. Rica 2003]).

d) Se pone punto y coma detrás de cada uno de los elementos de una lista o relación escrita en líneas independientes cuando estos presentan cierta complejidad y se inician con minúscula. El último miembro de la enumeración se cierra con punto:

Conjugaciones en español:
― verbos terminados en 
-ar (primera conjugación);
― verbos terminados en 
-er (segunda conjugación);
― verbos terminados en 
-ir (tercera conjugación).

4. Combinación con otros signos

a) El punto y coma puede concurrir con cualquier signo de puntuación, excepto con el punto, la coma o los dos puntos. Cuando se combina con puntos suspensivos o con signos de cierre de paréntesis, rayas, comillas, interrogación o exclamación, se escribe siempre detrás de ellos y seguido de minúscula:

Dijo que no lo haría «ni loco»; pero al final nos ayudó.

Mañana traerán la mesa, las sillas, los cuadros…; entonces sí parecerá una casa.

b) Cuando el punto y coma sigue a una abreviatura, debe mantenerse el punto abreviativo: Trabajó durante un tiempo en Byte S. A.; años después, fundó su propia compañía.

c) Sobre la colocación de las llamadas de nota cuando concurren con signos de puntuación, → llamada de nota3.

5. El plural del nombre punto y coma es puntos y coma, aunque es frecuente, y también válida, la forma invariable: los punto y coma.

 

Raya:

1. Signo de puntuación representado por un trazo horizontal (―) de mayor longitud que el correspondiente al guion (-) (→ guion2) y al signo menos (−), con los que no debe confundirse. Puede emplearse como signo doble (→ 2) o simple (→ 3).

2. Usos como signo doble. Se usan dos rayas, una de apertura y otra de cierre, para aislar fragmentos que introducen información complementaria o accesoria en el enunciado principal. Como el resto de los signos dobles, se escriben pegadas a la primera y a la última palabra del periodo que enmarcan, y separadas por un espacio de la palabra o signo que las precede o las sigue; pero, si lo que sigue a la raya de cierre es otro signo de puntuación, no se deja espacio entre ambos. Se usa la raya como signo doble en los siguientes casos:

2.1. Para encerrar aclaraciones o incisos: Para él la fidelidad ―cualidad que valoraba por encima de cualquier otra― era algo sagrado. Con esta función pueden utilizarse también las comas (→ coma22.1) o los paréntesis (→ paréntesis2.a) . Los incisos entre rayas suponen un aislamiento mayor con respecto al texto en el que se insertan que los que se escriben entre comas, pero menor que los que se escriben entre paréntesis. A diferencia de la raya que enmarca los comentarios del narrador en los textos narrativos (→ 2.3.a), la raya de cierre de los incisos no se suprime aunque detrás de ella deba aparecer un punto o cualquier otro signo de puntuación, ni siquiera cuando el inciso ocupa el final del enunciado:

Esperaba a Emilio ―un gran amigo―. Lamentablemente, no vino.

Se publicaron varias obras del autor ―todas de su primera época―.

2.2. Para introducir una nueva aclaración o inciso en un texto ya encerrado entre paréntesis: Si desea más información sobre este tema (la bibliografía existente ―incluso en español― es bastante extensa), deberá acudir a otras fuentes. Para intercalar algún dato o precisión en un inciso escrito entre rayas, han de usarse los paréntesis (→ paréntesis2.b): Venezuela ―primer lugar de tierra firme avistado por Colón en su tercer viaje a América (1498)― tenía, por aquel entonces, unos 300 000 habitantes.

2.3. En textos narrativos, la raya se utiliza también para introducir o enmarcar los comentarios y precisiones del narrador a las intervenciones de los personajes. En este uso debe tenerse en cuenta lo siguiente:

a) No se escribe raya de cierre si tras el comentario del narrador no sigue hablando inmediatamente el personaje:

―Espero que todo salga bien ―dijo Azucena con gesto ilusionado.
A la mañana siguiente, Azucena se levantó nerviosa
.

b) Se escriben dos rayas, una de apertura y otra de cierre, cuando las palabras del narrador interrumpen la intervención del personaje y esta continúa inmediatamente después: ―Lo principal es sentirse viva ―añadió Pilar―. Afortunada o desafortunada, pero viva.

c) Cuando el comentario o aclaración del narrador va introducido por un verbo de lengua (decirañadirasegurarpreguntarexclamarreponer, etc.), su intervención se inicia en minúscula, aunque venga precedida de un signo de puntuación que tenga valor de punto, como el signo de cierre de interrogación o de exclamación: ―¡Qué le vamos a hacer! ―exclamó resignada doña Patro (y no ―¡Qué le vamos a hacer! ―Exclamó resignada doña Patro). Si la intervención del personaje continúa tras las palabras del narrador, el punto, la coma, el punto y coma o los dos puntos que correspondan al enunciado interrumpido se deben colocar tras la raya que cierra el inciso: ―Está bien ―dijo Carlos―; lo haré, pero que sea la última vez que me lo pides.

d) Cuando el comentario del narrador no se introduce con un verbo de lengua y el parlamento precedente constituye un enunciado completo, las palabras del personaje deben cerrarse con punto y el inciso del narrador debe iniciarse con mayúscula: ―No se moleste. ―Cerró la puerta y salió de mala gana. Si tras el comentario del narrador continúa el parlamento del personaje, la raya que cierra el inciso narrativo debe ir asimismo seguida de punto: ―Me voy ya. ―Se puso en pie con gesto decidido―. No hace falta que me acompañe. Conozco el camino.

e) Si el comentario del narrador se intercala en mitad de un enunciado, el texto del inciso se inicia con minúscula, vaya introducido o no por un verbo de lengua:

―¡Esto que has hecho ―gritó― es una auténtica locura!

―Solo nos queda esto ―le enseñó unos pocos billetes― para el resto del viaje.

f) Si el signo de puntuación que hay que poner tras el inciso del narrador son los dos puntos, estos se escriben también tras la raya de cierre: ―Anoche estuve en una fiesta ―me confesó, y añadió―: Conocí a personas muy interesantes.

2.4. Las rayas se usan también para enmarcar los comentarios o precisiones del transcriptor de una cita textual: «Es imprescindible ―señaló el ministro― que se refuercen los sistemas de control sanitario en las fronteras».

3. Usos como signo simple. Se utiliza la raya como signo simple en los siguientes casos:

3.1. En la reproducción escrita de un diálogo, la raya precede a la intervención de cada uno de los interlocutores, sin que se mencione el nombre de estos:

―¿Cuándo volverás?
―No tengo ni idea.
―¡No tardes mucho!

Como se ve en el ejemplo, no debe dejarse espacio de separación entre la raya y el comienzo de cada una de las intervenciones.

3.2. La raya sirve asimismo para introducir cada uno de los elementos de una relación que se escriben en líneas independientes. En este caso, debe dejarse un espacio en blanco entre la raya y el texto que sigue. A la hora de puntuar este tipo de relaciones, hay varias posibilidades:

a) Escribir con inicial minúscula cada uno de los conceptos y cerrarlos con coma, excepto el último, que se cerrará con punto. Esta es la opción más recomendable cuando los elementos que se relacionan son simples, es decir, cuando están constituidos por una palabra o por un grupo sintáctico breve:

Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis:
― expresiva,
― fática,
― conativa,
― referencial,
― poética,
― metalingüística
.

En este caso, es también válido eliminar la puntuación que cierra cada miembro enumerado:

Las funciones del lenguaje, según Jakobson, son seis:
― expresiva
― fática
― conativa
― referencial
― poética
― metalingüística

b) Escribir con inicial minúscula cada uno de los conceptos y cerrarlos con punto y coma, excepto el último, que se cerrará con punto. Se recomienda emplear este procedimiento cuando los elementos de la lista sean más complejos, bien por su mayor extensión, bien por presentar puntuación interna:

En caso de tormenta en el campo, conviene seguir las siguientes recomendaciones:
― no refugiarse debajo de un árbol;
― desprenderse de objetos metálicos, como paraguas, bastones, etc.;
― no permanecer de pie en medio de espacios abiertos.

c) Escribir con inicial mayúscula cada uno de los conceptos, cerrando los enunciados con punto, opción recomendada cuando la relación se compone de enunciados completos:

Entre los rasgos del castellano hablado en Aragón, sobresalen los siguientes:
― La entonación es claramente ascendente y hay tendencia a alargar la vocal final.
― Se evita el acento en posición esdrújula.
― El sufijo diminutivo dominante es 
-ico.
― Se emplea mucho la partícula 
pues.

La raya puede sustituirse, en estos casos, por letras o números cardinales seguidos de punto o paréntesis, por un número ordinal o por otros signos tipográficos.

3.3. En listas alfabéticas, índices bibliográficos y otros repertorios, la raya al comienzo de una línea se usa para indicar que en ese renglón se omite, para no repetirlo, un elemento común ya expresado en la primera de sus menciones. También en este caso debe dejarse un espacio en blanco después de la raya:

voz. V. diátesis
― activa, 92, 163
― pasiva, 92, 163 y sigs.
― ― refleja, 93, 218, 219

Tras la raya de sustitución no debe escribirse el signo de puntuación que sigue, si lo hubiere, a la expresión sustituida; así, en el ejemplo siguiente, no deben escribirse tras las rayas los dos puntos que sí aparecen, en la primera mención, tras el nombre del autor:

Ortega y Gasset, J.: Artículos (1917-33).
― Idea del teatro 
(1946).
― La rebelión de las masas 
(1930).

3.4. La raya se usa precedida de un punto (.―) en los casos siguientes:

a) En los epígrafes internos de un libro, cuando el texto que sigue comienza en la misma línea:

Género de los sustantivos.― Por el género, los sustantivos se dividen en español en femeninos y masculinos. El género neutro no existe en español. Decimos que un nombre es femenino o masculino cuando…

b) En la edición de obras teatrales, para separar el nombre de cada uno de los personajes del texto de sus intervenciones:

María.― ¿Dónde vas?
Juan.― A dar una vuelta.

En el uso actual, la combinación de punto y raya ha perdido vigencia en favor de otros signos, como los dos puntos o el punto.

4. Combinación con otros signos. Cuando se usa como signo doble, la combinación de las rayas con otros signos sigue las mismas directrices dadas para los paréntesis (→ paréntesis3).

 

 

 

 









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